“Depuración en instituciones educativas de Michoacán: se acaba el abuso heredado del silvanismo y viejas prácticas de corrupción.
Michoacán atraviesa una etapa decisiva en materia educativa. Tras años marcados por el nepotismo, los abusos administrativos y la impunidad que caracterizaron al periodo de Silvano Aureoles Conejo, hoy distintas instituciones públicas de educación media y superior comienzan un proceso firme de revisión y depuración interna.
El objetivo es claro: recuperar la dignidad del servicio educativo, sanear las estructuras que por años sirvieron como refugio de privilegios y terminar con la vieja práctica de cobrar sin trabajar.
Uno de los ejemplos más recientes es el Tecnológico de Tacámbaro, donde se han detectado casos de ausentismo, duplicidad de plazas, y faltas administrativas por mencionar algunas de tantas, que venían arrastrándose desde administraciones pasadas.
Este proceso de reestructuración ha generado incomodidad entre quienes se beneficiaron del desorden institucional, y hoy intentan escudarse bajo el discurso del “despido injustificado”.
Sin embargo, desde la dirección del plantel se ha dejado en claro que la educación no puede ser refugio de quienes traicionan sus principios. Las medidas aplicadas buscan garantizar un entorno académico más justo, con personal comprometido, puntual y ético.
Expertos señalan que lo que ocurre en Tacámbaro es un reflejo de lo que sucede en todo el estado: una transformación necesaria y valiente que pone fin a los excesos heredados del silvanismo y las viejas prácticas de corrupción, donde las plazas se usaban como moneda de cambio y no como espacios de servicio a la comunidad, y claramente el personal no acudía a trabajar o hacían lo mínimo con tal de cobrar.
“El que nada debe, nada teme”, afirman fuentes internas.
Y es que, más que despidos, lo que se vive en las instituciones educativas de Michoacán, como en el Tecnológico de Tacámbaro es una corrección moral e institucional: una muestra de que los tiempos de los intocables, del abuso y la simulación, ya se terminaron.
